Ubicada en el corazón de Bosques de las Lomas, la casa se revela tras un portón discreto en una calle tranquila y vigilada. Una vez cruzando el umbral de discreción, desde el primer instante se percibe que no es una casa común, sino un santuario familiar de arquitectura sobresaliente digno de las más prestigiosas revistas internacionales. Sobre un terreno perfectamente plano de 750 m², la construcción de 670 m² se levanta en dos niveles y un solano con la dignidad de un legado atemporal, lista para acoger generaciones.

Un vestíbulo majestuoso recibe con sus techos altísimos, brindando serenidad y sensación de amplitud. Todos los pisos recubiertos de duela de madera modernista, en tonos claros. Una sala acogedora con chimenea donde a través de la cancelería panorámica conectas visualmente con el jardín que se extiende hasta la cañada.

Frente a la sala, con plena independencia, un amplio estar familiar, diseñado para los encuentros cotidianos, conecta directamente con este oasis natural, ofreciendo un espacio íntimo y acogedor.

Al otro extremo de la planta baja, se ubica el comedor que abre paso a una terraza donde un espejo de agua multiplica la sensación de amplitud y calma. A un costado se encuentra la cocina de diseño contemporáneo equipada para hacer de cada comida una ocasión especial.

En la planta alta, un pasillo central se convierte en el eje que comunica cuatro recámaras, cada una concebida como un refugio privado con su propio baño y vestidor. Todos los dormitorios gozan de vistas arboladas y de la serenidad característica de Bosques de las Lomas. A mitad de recorrido aparece un segundo estar familiar, pensado como un espacio versátil donde el trabajo creativo, la lectura o el ocio en familia convergen.

La recámara principal, con ventanales que dan salida a una terraza privada con vistas al jardín y a la cañada convierte cada mañana en un verdadero cuadro natural.